470 Apuntes ve que abria el apara el vino que queriam Pocos nos duró a me confesaba nada tuve que confesarle que haciamos de ella En esa misma ser rador y se acabó la ro lo que es el que nomo no lo trasteab mente.
Mi De soles (que allá es el fuerte de la alimentación. bultos de papas, arroz, etc.
El puesto más codiciado era el de sirviente de los padres, pues a éstos no se les llevaban los manjares servidos sino en bandejas o fuentes y de alli se servían los padres. Naturalmente, en todas esas bandejas o fuentes quedaba la mayor parte de la provisión.
Al levantar las fuentes para volver a llevarias a la cocina, alguna de la fuentes, o mejor dicho su contenido, no llegaba a su destino, pues quedaba vacía.
Previamente se llevaban al cuarto de depósito uno o dos platos grandes que se pedian en la cocina sin deci para qué, y alli se vaciaba la bandeja que se escogia para que desapareciera.
Como después del almuerzo todos los padres y aluninos iban a la capilla por un momento antes de salir a recreo, se aprovechaba esa coyuntura para llevar al comedor los potajes separados, los cuales nos repartiamos entre los tres sirvientes.
Los padres tomaban siempre vino tinto en las comidas y éste era servido en unas garrafas de cristal con tapa del mismo material. Si quedaba vino en las garrafas o alguna de ellas sin empezar, el economo al levantarse de la mesa las llevaba a un aparador con llave que tenian en el comedor para ese objeto; pero a veces se olvidaba y quedaba el vino en las garrafas; entonces aprovechábamos la ocasión para consumir io que quedaba, y cuando el padre volvia tenía que guardar las garrafas vacías.
Uno de los alumnos descubrió que tenia una llaUn dia de pasco otros el padre Fede los seminaristas teni aun en pleno verano Ese dia nos lleva que era uno de los pe había una avenida la cosecha, comiende Apenas nos habia de romper filas y no pos, para empezar la repente vimos que un a todo trote. Los mu todas direcciones, pe Gamarra no me mo