Puntes Apuntes 467 práctica en esa clase de corres.
Thiricano siempre le parecian adsiempre que se comprara papel mtonces para las cartas de amon el ángulo superior, un corazón lecha u otra alegoria semejante, apraba en una tienda mixta que ario Rafael Iglesias, que después semana no le ha escrito a la novia. Bastaba esa insi nuación para que viniera la escribania de la carta y de consiguiente la entrada a sol al circo.
Aunque la entrada era a sol, yo me iba bien tem prano al circo porque sabia que al empezar el tendido de sol habia un pechazo que quedaba en sombra Los Ejercicios del Clero starrica.
ba la carta con algún verso de ento, padezco, lloro, que te quiero, odo.
papelito, que yo no puedo: vas a la gloria, el infierno quedo.
En el seminario de Costa Rica estaba establecido que los alumnos de las clases superiores servian la mesa por turno que todos nos disputábamos, porque ese servicio tenia sus gungas, de las cuales hablaré en otro capítulo de estos gratos recuerdos.
En dos ocasiones el padre Thiel (que todavia no era obispo) promovió de acuerdo con monseñor Bruschetti, obispo de Abidos y delegado apostólico, encargado de la diócesis, ejercicios para el clero, los cuales se efectuaron en el seminario.
Alli se reunían 30 40 sacerdotes de toda la diócesis. Las pláticas y otros ejercicios eran a puerta cerrada, pero en los últimos dias hacian una especie de exámenes individuales a los concurrentes, los cuales yo presenciaba comidiéndome a servir de acólito, y pude darme cuenta de que muchos de csos sacerdotes a duras penas decian misa.
En lo que recuerdo que muchos salieron corchos fue en la incensada del altar en las misas cantadas, pues eso tiene sus bemoles. Cada golpe de incensario va acompañado de ciertas palabras rituales, unas ve.
stá eso. me decía Carmen (acuerero. y ya tenía yo asegurada mi que esto era cosa convenida.
aba un domingo y no me había bara que le escribiera carta a la hay que dejarlos enfriar; en esta