pantes Apuntes 455 a y de alli oimos la retreta.
amos a ver a mister Trece y desario algunos meses después de su pusieron un buen almacén de uy bien en su negocio. de nuestra llegada a San José, dimos cambiar de ropa. Fue una el no haber llevado a mano si. ropa, pero no teniamos en que se tiempo no se usaban las maleconturas que nos dieron no tenian stió, según informó el carretera. bueyes lo picó una araña venecinuar la marcha.
después de nuestra llegada, mi con el superior del seminario, el Malezieux.
se manifestó el padre Maleziens mos alli, pues mis dos hermanos alumnos del seminario de Popel año escolar estaba avanzado.
icultad para recibirnos. se encargó de conseguir los ca hadas y todos los demás aperos nos.
el buque que nos llevó a Costa Rca iba un prestidigitador italiano de fama mundial, llamado El Conde Patricio. Ese señor llevaba un enorme equipaje y gran material de propaganda, con su retrato, etc.
Todos los baúles de los pasajeros salieron del buque adornados con los retratos del Conde Patricio. Llevaha avisos enormes que decian solamente: Llegó el Conde Patricio.
Como nos hicimos amigos en el viaje, cuando los ayudantes del Conde Patricio salieron a pegar los avisos en las calles, yo les ayudé y asi pensámos tener entrada segura a las funciones. Desgraciadamente, cuando se estrenó, ya habiamos entrado al seminario y no pudimos verlo trabajar, pero a mi padre le obsequió el Conde una entrada para la temporada.
Naturalmente, un prestidigitador tan hábil y coniplaciente como el Conde Patricio era una diversión a bordo. él no le gustaba que le exigieran que hiciera pruebas, pero cuando menos pensábamos hacia alguna.
Un dia estábamos de sobremesa en el comedor y el Conde llamó a un sirviente y le dijo. Tráigame azúcar. poco rato se apareció el sirviente con la azucarera. El Conde la destapó y dijo al sirviente. Le he pedido azúcar y usted me trae la azucare ra vacia. El sirviente se quedó perplejo, y entonces ci Conde le dijo. Es que usted en el camino se ha echado el azúcar a los bolsillos.
Inmediatamente el sirviente metió mano a los bolConde Patricio entre los pasajeros que iban en