A puntes 387 La Medicina se cuenta en la primera línea de las profesiones que deben oponerse al descenso, al aniquilamiento del ideal espiritual que constituye su resorte principal.
Los sindicatos médicos luchan cuanto está a su alcance para contrarrestar las presiones de las colectividades administrativas, y en resumen luchan contra los asaltos y los excesos del estatismo.
Tarea verdaderamente aplastante.
Al considerar los progresos y el éxito del estatismo, el espíritu científico investiga la causa de fenómeno tan notable.
La Historia demuestra que en el origen de las transformaciones o de las revoluciones de las ideas se encuentra un hombre: Lavoisier, Darwin, Pasteur, Berthelot. razonando por analogía, el espíritu científico se pregunta a qué genio singular debe la humanidad la nueva efervescencia del presente.
Antes de contestar este interrogante relataré una breve historia.
Tuve ocasión de asistir al desarrollo de una poderosa sociedad de acaparación, o mejor de un trust para usar la jerga de los especialistas.
He pensado largamente que un fenómeno de tamaña amplitud suponía un pensamiento profundo, orgánico, perseverante, y, por consiguiente, un espíritu director.