Bourgeoisie

382 puntes se exige el secreto por las familias tanto del pueblo como de la burguesía.
Para obtener el silencio, la falsificación de un diagnóstico, los enfermos y sus familiares descubren razones o pretextos cuya sutileza, terquedad y prudencia dejan maravillado al psicólogo. sabemos, además, que este secreto tan precioso, garante de la paz del enfermo y del médico mismo, está amenazado, no sólo por la intervención de la justicia, de las leyes, de los terceros, por las prescripciones de higiene general, sino por las investigaciones de una fiscalización intemperante.
La libre elección parece gravemente amenazada en las futuras reformas estatuales.
El público fustigado por motivos económicos, por la urgencia, por mil necesidades frías y egoístas, acepta y con frecuencia reclama las reformas, sin calcular y sin meditar siquiera en los perjuicios que ellas mismas causarán a sus prerrogativas más naturales.
Conocemos bien a todos aquellos empleados, agentes o funcionarios que tienen derecho por contrato a servicios médicos, que aprecian y conocen.
Cabe imaginar que si la selección del médico atañe a un grupo determinado, resultará una de aquellas maniobras electorales de las cuales nos ofrece la politica ejemplos tan inquietantes.
Si el nombramiento del médico funcionario, depende de la compañía, es decir, de un pequeño consejo directivo, o de sólo el gerente, derivamos hacia el fa