380 Apuntes hayan hecho esfuerzos ordenados, eficaces, rigurosos, para cumplir tales funciones.
Sólo que cabe temer que las prácticas de Higiene, en ciertas sociedades civilizadas, disciplinadas, pero desprovistas de sentido crítico, puedan adquirir un carácter supersticioso y por consiguiente tiránico.
Los médicos, ordinariamente inspiradores de tales medidas, son igualmente los ejecutores.
Bajo la presión de una opinión inquieta, agitada por la prensa, atormentada por el anhelo de seguridad, bajo la dirección de espíritus instruidos, muchas veces dogmáticos, se acomete y se prosigue en todos los países influidos por la civilización occidental la organización de la higiene social.
Buen número de métodos profilácticos han adquirido carácter legal y obligatorio en Francia, como las vacunaciones, para citar apenas un ejemplo.
Algunas medidas de desinfección y de control han sido aplicadas también por el Estado.
La declaración obligatoria de las enfermedades contagiosas ha sido impuesta en numerosos países.
Pueden desde luego preverse futuras disposiciones con respecto al matrimonio y a la procreación.
Nada de esta reglamentación, demasiado complıcada, resiste una crítica severa.
No me atrevo a imaginar la situación moral del cirujano alemán que recibe un lote de individuos con la orden pura y simple de esterilizarlos.