366 puntes do al pacifismo de Costa Rica en los últimos cincuenta años? Porque antes no fuímos pacíficos.
Pasé mi juventud en una gran nación militarizada y no recuerdo de un sólo caso en que no descubriese yo desmejoramiento en el compañero que regresaba de prestar su servicio militar. El uno volvía despreocupado, según la regla del cuartel, en donde todo es permitido, excepto el dejarse coger haciendo lo que está prohibido; el otro volvía desalentado, propenso a ver las cosas del lado malo, etc. Todos, desmejorados.
Es preciso, sin embargo, que haya unos cientos de ciudadanos aptos para el servicio de policía, quiero decir, para el sostenimiento del orden público y la seguridad de todos. De guerras, no hablo yo, de ningún modo y en nigún caso. Todas las guerras son malas y todas terminan por donde habríase debido comenzar: por convenios aunque no puedan ser igualmente satisfactorios para todas las partes. Dónde, pues, formar los cuerpos de policía. En los colegios y escuelas comunes. Esta última pregunta es tan torpe, que no merece respuesta. Hay que formarlos en institutos especiales, que parezcan cuarteles que se han transformado en escuelas. Lo otro, el intentar a estas horas el cambiar las escuelas en cuarteles es simplemente un despropósito fenomenal. Los alumnos de los institutos de policía deben ser jóvenes de 18 a 21 años, robustos, alegres, con espíritus de campesinos, enamorados de la paz de sus hogares y de la libertad de sus campos, que puedan fortificar sus