364 puntes preciso muere, a la orilla de su rifle. Pero no alienta nunca en su alma ambiciones de conquistas del poder baciendo uso de las armas que se le han confiado para custodia de las instituciones nacionales. Esto es más noble y más digno que lo otro. Esto conviene más a nuestra vida de República que entrenar a los estudiantes para el uso de las armas. Pero si se quieren hacer reformas en que entren cuarteles y colegios; en que las ametralladoras se mezclen con los libros, podemos invertir los términos. En lugar de hacer que los cole.
gios se conviertan en cuarteles, hagamos que sean los cuarteles los que se conviertan en colegios. No llevemos armas a los alumnos, sino que llevemos libros a los cuarteles. No le quitemos el brillo a la enseñanza con las tinieblas de los rifles, sino que llevemos luz de instrucción a la oscuridad de los centros militares. de este modo habremos realizado una reforma que corresponda realmente a una ambición de mejoramiento cultural que es más fuerte para nuestra defensa que todo lo que hagamos o podamos hacer con las ametralladoras. Pero le repito que hablo sobre temas actuales que no son todavía una realidad. Yo no creo que el Presidente electo esté pensando en estas cosas. El Licenciado Cortés es un letrado y no un general. El poder lo conquistó en la paz y la libertad. No han sido ni golpes de cuartel ni revoluciones los que lo han traido a la Presidencia de la República. por lo tanto, si en algo piensa reformar nuestros sistemas, que sea