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358 puntes tablemente del espíritu y de las necesidades de los gobernados. Porque la clase gobernante adquiere un interés en sí misma, un deseo de permanencia, un anhelo, acaso, de mantener la dignidad y la importancia de su función, y se esforzará por conservar el poder. Esto, después de todo, no quiere decir más que todos los sistemas de gobierno crean un sistema de hábito, y afirmar como corolario que la dictadura marxista engendrará hábitos funestos para la institución del régimen que Marx veía en perspectiva. El vicio específico de todos los sistemas históricos de gobierno, ha sido la tendencia inevitable a identificar sus propios intereses con el bienestar público. Decir que los comunistas pueden hacer lo mismo, no es más que afirmar que son humanos. podría agregarse que si entregan el poder en un plazo razonable, al hacerlo por causas que evidentemente no son de naturaleza económica, desvirtuarían con ello la verdad de la interpretación materialista de la historia.
Pero hay que notar que no han sido considerados los problemas éticos que todo esto plantea. Es evidente, por ejemplo, que implica la disolución completa de todo el proceso histórico. la disolución de la responsabilidad en la clase gobernante acaba con la personalidad de sus súbditos. En tal régimen no encajan las nociones de libertad y de igualdad. Y, sin embargo, es evidente que los dos defectos fundamentales del capitalismo, son su incapacidad de crear libertad e igualdad para la masa de hombres y mujeres humildes. Es decir,