CommunismStrike

A puntes 353 del apoyo del ejército y de la marina, y que, como ya lo demostró Cromwell hace mucho, una fuerza militar descontenta de sus jefes civiles pueda dominarlos sin dificultad. Pero es muy distinto el caso de un grupo de hombres en la situación que tienen los comunistas en el Estado moderno. menos que constituyan la mayoría, y por lo tanto, el Gobierno, la hostilidad del ejército y de la marina es inevitable. Además, no.
podrán obtener en grandes cantidades los pertrechos necesarios para una sublevación. Tendrían que apoderarse de los arsenales nacionales, lo cual significa, en Cualquier caso, una dispersión de fuerzas. Tendrían que encontrar en el pueblo, por lo menos, un sentimiente de aquiescencia. Tendrían que garantizar la provisión de víveres que, exceptuando una sociedad eminentemente agrícola, sería imposible si la revolución dañara seriamente el crédito internacional. Aun conside.
rando que una huelga general equivalga en las condiciones de la industria moderna, a una revolución, las dificultades serían abrumadoras. Es muy fácil que una huelga general tenga éxito como protesta contra una guerra porque las sombras de presagio de ésta pueden provocar decisiones irresistibles; pero en una cuestión menos dramática, parece muy probable que, para estar seguros de su triunfo, los huelguistas tendrían también que contar con el ejército y la marina. Porque un ejército moderno no puede atender todos los servicios de transporte, asi como asegurar la distribución de víveres, y el problema del combustible depende