Liberalism

A puntes 343 Burlarse del liberalismo es uno de los pasatiempos favoritos entre los intelectuales de la joven generación.
No es una novedad tal pasatiempo; lo nuevo es el público con. que cuenta.
Como partido político, el liberalismo ha tenido sus defectos. pero como sistema filosófico, tiene virtudes que nunca han sido tan urgentemente necesarias como ahora, cuando una gran ofensiva se precipita de distintas y numerosas bases, a fin de destruirlo o desacreditarlo.
Nicolás Berdycef, al mismo tiempo que se regocija de la proximidad de la Nueva Era Medioeval, describe la éra presente como el fin del Renacimiento surgido del punto en que empezó la historia de la Europa moderna. Acaso no significa nada el hecho de que la historia de Europa, durante este Renacimiento, haya sido a la vez la historia del desarrollo del liberalismo?
Dante, figura capital de la Edad Media, colocó a Aristóteles entre los reprobos; actitud típica de la mentalidad de una éra en que, como afirma Schopen.
hauer, los puños estaban más desarrollados que los cerebros.
Los fracasos del liberalismo los reconocen, antes que nadie, los mismos liberales, puesto que son sus propios ideales los que están en el tablero; pero estos fracasos son nada al lado de la sangrienta catástrofe o de la oscura desolación que han sido siempre concomitanles del absolutismo. Las virtudes del liberalismo, del libre pensamiento, del humanismo, nunca han sido más