Apuntes Apuntes 303 S, parece que abandona las viejas Vo sus conocimientos y que aboga as. Pero no hay tal, zación es exactamente lo que la misma el pensamiento de la América sa1 civilización o cultura la predoy en América: es la civilización as de Roosevelt no son una noniento humano.
runa Sociedad de Naciones amea servil del pensamiento del poI, que no ha muchos años propismo salvador. Por otro lado, esa es no salvará absolutamente nada, que la prolongación del Paname.
Roosevelt, cuya inutilidad ya todos dente Wilson concibió la Sociedad indo, todos los espiritus romántipaz estaba asegurada, y ¿qué ha de las Naciones. Qué está haidad con esa inconcebible contiopfa. Ah, estimado don Elias, utopias son propias de los sabios e la paz americana con la faPresidente Roosevelt, no pasa idad. Hispanoamérica no seria ersa en las comedias del imperiao hemos sido con el Panameri1 las idioteces como el rotarismo, to, y nada más.
La Prense Libre, at de febrero Marroquin Rojas por la benévola atención que me presta. después, una aclaración. lo que entiendo, un reportaje auténtico es un reportaje verdadero, no fingido, redactado por un pe.
riodista. Ahora bien, al periodista no se le puede exigir más que galanura, gracia y una fidelidad relative. At expresar el con palabras suyas, un pensa.
miento ajeno, renuncia de hecho a la exactitud completa. conste que en su último reportaje ha sido muy feliz el señor Caldera.
Ni por un instante me ha pasado por la cabeza la idea de abandonar mis viejas fuentes de conocimientos. Esto seria un suicidio. Ni me parece que el inteligente reportero de La Prensa Libre haya que.
rido dar a entender semejante cosa. Hablabamos de políticas, de influencias políticas y de sociedades políticas, y yo dije y digo que los americanos, del Norte y del Sur, no podemos ahora esperar nada de Europa.
Tampoco encuentro en ninguna parte del reportaje la afirmación de que las ideas del Presidente Roosevelt son una novedad en el pensamiento humano.
Fuera de las novedades que nos ofrecen diariamente las ciencias físicas, yo no conozco novedades.
En cuanto a sociedades de naciones, tenemos en nuestra casa, los españoles americanos, propugnadores de la talla de Francisco Suárez, en España, y de Alberdi, en la Argentina, Francisco Suárez, orgullo de la Compañia de Jesús, al ocuparse de las relaciones entre los pueblos, hace más de tres siglos, propuso el establecimiento de relaciones juridicas semejantes a las que rigen entre los individiros de un mismo pueblo para impedir que cada individuo se haga justicia por sus propias a manos. este es el fin capital de una sociedad de ejores gracias a don Clemente BIBLIOTECA NACION