Apuntes 279 pero ni aun los cuerpos des.
an en el hospital serán sufir con el mayor realismo esos az de pintarnos una de estas trio valernos del cine sonoro, itos y lamentos; las sacudidas fuerzos de las víctimas que. ple después de un choque; upor al ver los miembros des spectáculo que ofrece el cuerpo uesos triturados; la insistente histérica que grita, cegada por darios recent huesos sus por entre la carne; superficies que sangran, donde la ropa y simultaneamente Hifícil del camino pudieran ex.
cia, los espectros de una ca.
Hos, el espectáculo accidental pos ensangrentados, inmóviles, s, tirados sobre la yerba, qui de escarmiento gilante de tránsito detuvo en tomovilista, por exceso de veue alegó al representante de lo dejó marchar, para no amar.
familia; pero le advirtió que, iria mucho tiempo. Cincuenta el lugar de este incidente, se tomóvil convertido en un mons, con todos sus ocupantes ación del coche solo pudo hade la carroceria. Tal escena hubiera causado espanto aun a personas de mucha entereza.
Quizá nuestros lectores experimenten una sensación desagradable, al leer estas lineas; pero aquellos que crean tener la serenidad necesaria para correr exponiendo su vida y la de los demás, también deberán tenerla para seguir leyendo; a quienes no hayan escarmentado ante hecho real, podrà servirles de algo esta macabra lectura.
Como un gato, es traicionero el automóvil. Cuesta trabajo comprender que es uno de los proyectiles más mortiferos que existen. Un coche moderno puede metros por segundo velocidad que basta para po correr a más de 100 kilómetros por hora. unos 30 ner una injustificada responsabilidad en los frenos del vehiculo y en los reflejos humanos. Instantáneamente se convierte en un monstruo.
Cada variedad de accidente: colisión, volcadura o caida de costado, ocasiona una detención brusca, fatal para la dirección del volante, que se quiebra, y fatal, también, porque hace añicos al carruaje. Sus ocupantes se ven lanzados en la dirección inicial y a la velocidad que llevaban; cada superficie y cada ángulo del interior del vehículo se convierten entonces, en proyectiles que golpean, rasgan y destrozan directamente cuerpo humano. No hay manera de contrarrestar las imperativas leyes de la fisica.
En un choque automovilistico puede suceder cual.
quier cosa, inclusive esus salvaciones milagrosas de las que se oye hablar de vez en cuando. Algunos salieron con ligeras rozaduras, a través de los cristales de un auto; pero no por eso dejaron de estar en peligro de muerte.
Recientemente la autoridad abrió la portezuela de un coche que habla rodado por un precipicio, y