274 Apuntes nes vivimos cariñosamente en América? En sólo Nueva York hay más italianos que en Roma.
El Journal de Genève, en uno de sus números de setiembre recuerda que Chateaubriand escribió un dia. Yo no me dejo deslumbrar por los vapores y los ferrocarriles. Todo eso no es la civilización. Re.
cuerda luego la palabra de Cardinne Petit. La civilización es la muerte de los otros. El salvaje la recibe y el civilizado la da. concluye, en fin, hermosamente, según el pensamiento de Chateaubriand. Los verdaderos héroes de la historia no son los que han dominado a los otros; lo son quienes han sabido dominarse a sí mismos. En La Tribune de Ginebra, Marcel Rouff habla de los libros de mayor venta, y nota que, este año como el anterior, el favor del público se ha ido del lado de la historia, pero no de la historia llamada científica, que continúa abandonada a los especialistas: lo que el público busca son las memorias, los diarios, los relatos auténticos de personajes reales.
Por lo que hace a la historia científica, resumo en seguida la segunda parte del artículo de Rouff: La reciente diatriba de Paul Valéry contra la historia científica contiene muchas cosas que hay que retener: es innegable que el documento no es necesariamente una fuente de verdad. Constata un hecho moral o material, pero a menudo no da luz alguna sobre las causas que han determinado este hecho, sean políticas, sean económicas, psicológicas, o morales.
Tiene el documento histórico el mismo valor que las estadísticas, que son constataciones y no explicaciones. La concepción marxista, es decir, materialista de