A puntes 267 Si pues, dentro del régimen comunista implantado en Rusia, al decir de los puritanos de la secta, como el camarada Panait Istrati, los altos representantes de la justicia soviética, los jueces, los sagrados e infalibles sacerdotes que imparten la justicia, mandan a morir de frío a las estepas de Siberia, a los obre.
ros inocentes para robarles su ración de manteca, y con el hambre, con la prisión y con el látigo se asesina por los comisarios del pueblo a los obreros, a los obreros sobre cuyas espaldas escalaron el poder y en cuyo nombre ejercitan la dictadura del proletariado, cuando los obreros hacen algún gesto de inconformidad con su vida de oprobiosa esclavitud y no se resignan a seguir sirviendo silenciosamente de becerros de las manadas y soportando pacientemente el yugo sobre la cerviz; si pues, de todos los ex tremos del mundo y de todos los sectores de la religión, de la ciencia y de las doctrinas abstractas de sus propios militantes, nos liega la execración del régimen comunista, con la excomunión de los pontifices y de los más autorizados prelados de la religión, hay que convenir en que esa doctrina satánica, salida de las fraguas del odio, está definitivamente proscrita del reino de la Justicia y de los caminos del bien, y necesaria, ineludiblemente condenada a perecer ante la sana consciencia de los costarricenses.
TOBIAS ZÚÑIGA MONTÚFAR. Del Diario de Costa Rica, de 16 de noviembre, 1935, ligeramente recortado.