Apuntes 247 rebro humano. Tan sólo cuando se abandonó la concepción dualista legado de las edades oscuras de la medicina. se comenzó a comprender los desórdenes mentales del hombre y a saber cómo tratarlos.
La medicina moderna hiere así a la doctrina cristiana en su raiz misma.
Porque si el hombre es verdaderamente mortal, si con la muerte termina todo, si el alma humana no es más que la manifestación del cerebro vivo, como la luz y el calor son las manifestaciones de una barra de acero incandescente, no puede haber resurrección de los muertos.
El hombre tiene el germen de la inmortalidad en sí, pero esta inmortalidad no concierne al individuo sino a la especie.
Sigue aquí en el original un intento de construcción filosófica, una especie de profesión de fe nueva o credo. destinado a evolucionar y transformarse en la medida misma en que el conocimiento evolucione y se transforme. destinado, por consiguiente, a hacerse trizas de nuevo, a poco andar.
Tal credo es en realidad la cosa se ve claramente una simple reminiscencia de la infancia. Antes de formularlo, dice el autor con su lucidez habitual: Si los hombres piensan, como yo lo creo, que la tierra actual es el cielo, el único cielo, se esforzarán por hacer de ella un paraíso, una mansión celestial.