A puntes 191 Nosotros los nacionalsocialistas quizá discrepemos en algún punto de organización de nuestras instituciones religiosas. Pero no queremos jamás irreligión y falta de fe, ni pretendemos que nuestros templos se conviertan en clubs o en cines.
El bolchevismo enseña el ateismo y obra en consecuencia.
Nosotros los nacionalsocialistas vemos en la propiedad privada una fase superior en la evolución económica de la humanidad, que regula la administración de lo producido con arreglo a las diferencias de capacidades y que, en conjunto, hace posibles y garantiza a todos las ventajas de un patrón mas alto de vida.
El bolchevismo no sólo destruye la propiedad privada sino que mata también la iniciativa particular y el placer de la responsabilidad. De esta manera Rusia, mayor pais agrícola del mundo no ha podido evitar que mueran de hambre millones de seres.
Semejante catástrofe, en Alemania sería inconcebible, porque, en último extremo, a diez habitantes de la ciudad corresponden en Rusia 90 campesinos, mientras que en Alemania a 75 habitantes de la ciudad corresponden únicamente 25 campesinos.
Esta enumeración podría proseguirse hasta lo infinito.
Nacionalsocialistas y bolchevistas estamos vencidos de que entre nosotros hay un abismo para siempre infranqueable. Además, entre ambos hay más de 400 camaradas nacionalsocialistas asesinados, otros miles de nacionalsocialistas pertenecientes a otras organizaciones caidos en lucha en revueltas con los bolcheviques, miles de soldados y policias que en defensa del Reich y de los países alemanes contra las eternas rebeliones comunistas fueron muertos y martirizados, y más de 43. 000 heridos sólo dentro con