184 puntes como los del radio y del polonio. Merced a fuerzas eléctricas enormes, se crean nuevos cuerpos radioactivos. La transmutación de los metales, sueño de los antiguos alquimistas, es ahora una realidad.
Son menos vistosos los progresos de la medicina y de la terapéutica, pero están preñados de incon.
tables promesas. La vacunación, la seroterapia, la radioterapia, la opoterapia, la vitaminoterapia, los agentes químicos coloidales, etc. la verdunización de las aguas, tan simple, tan barata, tan al alcance de todas las poblaciones ¡Cuántos medios para vencer las enfermedades más rebeldes. Basta! En vez de entristecernos con las faltas locuras de los políticos, admiremos el suntuoso empuje de la ciencia que nos conduce a nuevos destinos y nos permite entrever horizontes verdes o rosados, lejos de las ignorancias de la economía politica, de los crímenes que preparan los apóstoles de la guerra y de las angustias que torturan a las naciones.
Muchas cosas buenas tienen un lado malo. Debemos tratar de disminuir la extensión de este lado malo. Perogrullada!
Los motores más usados hoy, vician el aire de un modo ya alarmante. Un litro de gasolina consumida por un auto en movimiento da a la atmósfera, por término medio, más de mil litros de una mezcla de gas carbónico (que no es inofensivo) y de óxido de carbono (francamente tóxico. Esta mezcla aumenta en cantidad y se empeora en calidad si el motor funciona estando parada la máquina. Hay, pues, que evitar a todo trance el funcionamiento «en vano» de un motor de explosión.