A puntes 159 de defender al Estado está regido por los mismos principios que rigen el arte de conquistarlo; que las circunstancias favorables a un golpe de Estado no son necesariamente de naturaleza política y social, y no dependen de la situación general del país.
Esto, sin duda, no dejará de despertar alguna inquietud en los hombres libres de los países mejor organizados y más cultos de la Europa occidental.
De esta inquietud, tan natural en un hombre libre, ha nacido mi deseo de mostrar cómo se conquista un Estado moderno cóino se le defiende. Bolingbroke, duque de Hereford, ese personaje de Shakespeare que decía que «el veneno no gusta a los que lo necesitan. era quizá un hombre libre. Del Diario de Costa Rica Al retirarnos de la grata conversación que con don Alfonso Jiménez Rojas sostuvimos, nos advirtió, con cierta vehemente insistencia, que había hablado al amigo y no al periodista. Pero, como es norma en estos casos, y por tratarse de asuntos que se refieren al pasado y que tienen el prestigio del tiempo y el mérito del recuerdo, no hemos podido resistir la tentación de repetir, aun cuando sea fragmentariamente, con las naturales deficiencias de la flaca memoria del repórter, la jugosa charla, la amenísima plática que oyéramos de labios del Licenciado Jiménez Rojas, a quien le preguntámos, por sorpresa, sin advertirle nuestros propósitos de publicidad, cuál era su parecer respecto de la iniciativa de colocar en el salón del Congreso y como parte de la pinacoteca ya existente, el retrato del Doctor Durán, iniciativa que el