130 Apuntes La sal común, o cloruro de sodio, desempeña un papel importante en la digestión; es la fuente del ácido clorhídrico del jugo gástrico y entra en la composición de la sangre y de todos los tejidos del cuerpo.
El hierro entra en la composición de la hemoglobina de los glóbulos rojos de la sangre. El niño nace con ciertas reservas de hierro que se han acumulado en el hígado durante el último trimestre de la vida fetal; pero como esta reserva se gasta poco a poco, conviene administrar al lactante algo más que el simple régimen lácteo, que representa un débil ingreso de hierro. La yema de huevo, las espinacas y otras verduras son ricas en compuestos de hierro.
Los compuestos de calcio desempeñan un papel importante en el fenómeno de la coagulación de la sangre y por consiguiente actúan como antihemorrágicos. Los médicos y dentistas recetan a menudo sales calcáreas antes de operar a sus enfermos, para evitar las hemorragias post operatorias.
Las sales de calcio son también necesarias para la formación de los huesos y dientes. Más de la mitad del peso de los huesos lo forma el fosfato de calcio. El carbonato de calcio se encuentra asociado al fosfato, pero en pequeña cantidad.
Hace algunos años, notó el Dr. Ferrier en los tuberculosos, la frecuencia de los dientes cariados y que toda mejoría en el estado de un tuberculoso correspondía también con una mejoría del estado dentario. Tan importantes observaciones indujeron a opinar que las sales calcáreas desempeñan un gran papel en la nutrición, y que la falta de calcio o decalcificación es un factor poderoso de la tuberculosis, preparando el terreno y debilitando las defensas del organismo. De tal doctrina nació el método terapéu