Apuntes 73 determinado, no se convierte por ello en un entendido, pero está ya en camino de la sapiencia.
Esto lo digo pensando en don Ricardo Jiménez, Presidente de la República de todos los trabajadores, inclusive los comerciantes. Ahí tenemos a un jurisconsulto ilustre condenado a estar fuéra de razón y regla cuando se trata de comercio. Se le caen entonces las alas y se hace vulgar y mezquino; tánto, que parece insincero o mal intencionado. Qué fcrtuna la de Costa Rica si este hombre hubiera vivido algún tiempo en alguna trastienda! Si sus tres administraciones y su larga influencia en las cosas públicas no han sido enteramente nefastas para los comerciantes, es porque en el país casi todos los grandes comerciantes son a la vez agricultores o socios directos de agricultores y el señor Presidente es agricultor. Recibe él, como todos los ciudadanos, el beneficio del movimiento económico y cultural que el comercio crea o sostiene, pero a sus ojos de caudillo político carecemos de importancia los que vivimos exclusivamente del comercio. Nos ignora, ignora nuestras actividades e ignora su ignorancia. En tratándose de comercio, es indudablemente un hombre sin trastienda, esto es, sin cautela advertida y reflexiva en el modo de proceder o en el gobierno de las cosas, según dice la Academia Española.
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