A puntes 67 SAUCE: de esta tierra que habéis amado tanto sois como la consciencia formada en cal y canto. Dirigiéndose a la Estación. tú eres linda emisaria y al par gentil vocero de aliados poderosos el Vapor y el Aceroque arrastran por el mundo palacios ambulantes cargados de tesoros, como aquel Genio de antes que traía y llevaba la mansión de Aladino.
Vuestras sendas lejanas, por azar peregrino, en un punto se tocan del espacio, y por eso os halláis frente a frente, Tradición y Progreso, en la paz de esta tierra donde crece la oliva. Acatad llanamente los designios de arriba, sin juzgar sus razones ni indagar sus misterios!
Afirmad vuestra alianza, como entre dos imperios, y seréis. quién lo duda. por virtud de este pacto como aquellas encinas del sacro bosque intacto, que el jugo de la tierra con sus raíces beben y con sus altos ramos al huracán se atreven.
CASA: Pobre amigo, deliras. No ves que te degüellas con tu propio cuchillo? Las encinas aquéllas, soberanas del bosque, fueron hechas esclavas por mandato despótico del progreso que alabas, y los ramos magníficos que el huracán batia llevan hoy sobre el cuello la trepidante vía por cuya faz circulan esos palacios y esas. Un pitazo lejano quiebra la voz de la Casa. El tren!
ESTACIÓN: El tren de carga.
SAUCE. Qué conduce?