64 puntes sordo a humanos clamores, es hostil al terruño.
Yo he visto a vuestro dueño mostrarle airado el puño.
CASA: Al cielo que se escribe con una pequeña, no al que es meta del alma y esperanza risueña.
ESTACIÓN. Ah! Si abrierais los ojos sin afán de litigio para ver el portento y admirar el prodigio!
El tren que une los pueblos cual cuentas de rosario, en sus hilos ensarta vuestro edén solitario, y poniendo en contacto la llanura y la cima, a las selvas a un tiempo y a la costa os arrima.
Los perfumados granos de los bajos plantios, las frutas de otras zonas, los peces de otros rios, lucen ya en vuestra mesa, como en otros manteles la miel de vuestras flores que es la flor de las mieles.
CASA: Eres hábil dialéctica: néctar de mis panales das a tus sinrazones para e:dulzar mis males.
ESTACIÓN: Si concedido os fuera tomar el tren, el viaje que es para los sentidos embriaguez de paisaje, y embriaguez para el alma de intensas emociones, razón cumplidamente diera a mis sinrazones.
Viajar en tren, oh Niña, es dejar sin movernos por los claros estíos los brumosos inviernos; es volar locamente tras la locomotora que salva los abismos, la a ta peña perfora, se desliza por huertos de frutales, bordea el espumoso rio, rasa una blanca aldea, y con su cola inmensa de coches y vagones, como un rey con su séquito, entra en las estaciones.