Hitler

A puntes 40 De Carlos Richet, el eminente fisiólogo a conocer El voto de los sarrenses nos muestra a las claras el hecho psicológico de que los hombres se conducen exclusivamente según sus sentimientos. como los hombres, los grupos de hombres.
Si los sarrenses no hubieran obedecido más que a sus intereses inmediatos o lejanos habrían votado por la continuación de su independencia.
Tenían completa libertad; la han perdido entera.
Tenían su religión, y su religión está ahora terriblemente amenazada por las fantasías de Hitler.
Tenían altos salarios y sus salarios no pueden ya ser los mismos.
La vida era barata; van a gozar de la vida cara.
No pagaban casi impuestos; los van pesadísimos.
Ignoraban el servicio militar, van a sufrirlo duramente. pesar de las evidentes ventajas de su independencia, no han querido conservarla. Su germanismo ha vencido.
Hay en esto un error que espanta. Nadie les pedía que renegaran de su germanismo. Podían haber continuado perteneciendo a la vieja patria alemana. vida intelectual germánica y vida familiar germánica sin necesidad de incorporarse al Reich para encorvarse ante Hitler. Cómo. Abandonar libertad y bienestar con tal de tener las mismas aduanas, los mismos sellos de correo, las mismas administraciones, los mismos uniformes, las mismas tiranías de Hamburgo, de Berlin, de Nuremberg. Lo que pasó, pasó! Constatemos únicamente que las emociones populares y las agitaciones belicosas