Hitler

426 puntes sólo ha cosechado desengaños en su política extranjera. La meta de los esfuerzos de Hitler era el Anschluss con Austria. En los primeros párrafos de su libro Mein Kampf (Mi Batalla) hizo hincapié en la importancia capital que este fin tenía ante sus ojos. Nadie ignora el formidable fracaso que coronó sus esfuerzos.
Es indudable que Hitler no ha abandonado sus ambiciones, y como el asesinato del canciller Dollfuss no dió los resultados que esperaba, dió instrucciones a Von Papen de poner en práctica otros métodos. Pero su embajador, a pesar de todo lo hábil e inescrupuloso que es, ha necesitado algún tiempo para llevar a cabo su propósito.
Ahora se acerca la fecha del plebiscito. Hitler se ha aprovechado de todas las oportunidades para manifestar que el resultado no será dudoso. Si de nuevo fallara su predicción, el fracaso afectaría su propia estimación y su autoridad.
Por consiguiente el Fuehrer quiere asegurarse de que los resultados serán satisfactorios.
Los asesinatos del 30 de junio inspiraron en el Sarre el mismo sentimiento de repulsión y de reprobación que inspiraron en todas las demás partes, excepto en Alemania. La política religiosa de Hitler, ha provocado inquietud e indignación en el Sarre.
Además, existe la actividad febril del «Deutschefront. Frente alemán. instrumento de propaganda subvencionado por el Reich que trata de dominar la vida del Sarre. Los trabajadores y los estudiantes del Sarre que deseen visitar a Alemania, pueden hacerlo a un precio ridículamente bajo. La prensa se ha nrganizado para ejercer presión en la opinión de los habitantes del Sarre y para hacer fracasar a los periódicos independientes. esto no es lo peor.
Alemania ha establecido un sistema de vigilancia