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Toda virtud o cualidad tiene su reverso. Quien habla con tanta soltura como don Ricardo Jiménez, está más expuesto a resbalar. peor si un reportero lo empuja. Pero, vamos andando. Ya me dió cuerda.
Haga sus preguntas, y que se me trabe la lengua. Cree Ud. que la expulsión de los judíos de España fue un error. Es ésta su pregunta más fácil o la más difícii?
Si Ud. piensa que es la más fácil, voy a ponerle todos los frenos a mi máquina. Durante medio siglo creſ sienipre que esa expulsión había sido un Ahora ya no podría sostener tal afirmación. No poseo la competencia necesaria para refutar a los pensadores que atribuyen a esa expulsión el milagro de la unidad política y religiosa de España, o sea el milagro de su libertad nacional. Hoy está España en revueltas graves y hay en escena elementos antinacionales no españoles.
Lo que en Alemania se llama hitlerismo racial, existe también poderosamente, con otros nombres, en Inglaterra, en Francia, en Italia y hasta en los Estados Unidos. No es cosa de la que pueda hablarse despectivamente; tiene serios fundamentos científicos. Estos fundamentos le sirvieron a Spencer para predecir el portentoso desenvolvimiento del Japón, en contraste con la desagregación de la América no inglesa. los judíos debemos un sinnúmero de descubrimientos y de otras excelentes cosas. Pero un estadista no debe olvidar que el judío inteligente tiene una propensión natural en contra del principio de nacionalidad. Sirve esta propensión para vincular y armonizar entre sí a los pueblos o sirve solamente para disolverlos o disgregarlos? Yo no lo sé.
Cuando se habla de judíos, no hay que ser más