414 puntes De Dollfuss La personalidad humana es indudablemente en su aspecto de finalidad el centro de la sociedad. La sociedad no es más que esto por su esencia: el medio por el cual el hombre alcanza su destino. Pero a pesar de ser la definición y, lo que es más, su sentimiento, tan claros, la humanidad viene tropezando con la sociedad hace dos siglos.
Olvidando que, bajo el aspecto del fin humano, la sociedad es medio del hombre, se intenta cometer la locura de sumergirlo en la masa. Dollfuss advierte el peligro, con ribetes de barbarie. Organización social para encuadrar al individuo, sí; desaparición de la personalidad humana en el caos de la masa, nó.
Nada de incorporaciones arbitrarias y artificiales de las diversas actividades humanas; cooperación orgánica. El mecanismo de un Estado debe fomentar el desarrollo de la personalidad humana. No ha de verse en la actual situación del mundo, una etapa obligada de una evolución fatal en la organización de la sociedad, sino una repercusión de orden patológico, que puede ser curada con un simple retorno a los principios que la rigen, derivados de su naturaleza.
Víctor PRADERA.