400 puntes No cabe duda que en esta explicación hay parte de verdad, pero a nuestro entender existe otra razón mayor, de un valor incomparable, capaz de hacernos comprender, no sólo las anomalías que acabamos de recordar, sino también los hechos paradójicos concernientes al talento inventivo y a la aptitud para el genio, sobre los cuales ha fundado Nicolle su teoría biológica de la invención.
Si hojeamos una obra clásica relativa a una ciencia biológica como la medicina, veremos que la mayoría de los nuevos problemas tan numerosos que en ella se consideran están presentados como resueltos.
Desde el prólogo al fin del libro todo es principios dogmáticos que se enuncian y de los que no hay que apartarse.
El futuro hombre de ciencia que comienza el estudio de la medicina debe cultivar su inteligencia con estos dogmas. Casi todas las soluciones propuestas se toman por verdades intangibles, de las que debe impregnarse el cerebro del estudiante, y no le queda más remedio que asimilarse así tratados voluminosos concebidos todos dentro del mismo sistema.
El método pedagógico habrá destruido en él las facultades nativas de razonamiento, iniciativa y curiosidad. No está, pues, en condiciones de realizar descubrimientos.
Para ilustrar esta tesis no se nos ocurre nada mejor que considerar un ejemplo concreto, fijando nuestras ideas sobre un punto particular bien determinado. Para este ejemplo recurrimos a la tuberculosis, objeto principal de nuestras investigaciones actuales. Este ejemplo es de todos los días.
Una familia que advierte que una mujer joven acaba de presentar los primeros sintomas de una lesión pulmonar apical, llama en consulta a un maestro