378 Apuntes Notas tomadas del Boletín de la Sociedad de las Naciones (julio de 1934)
Al ocuparse de la lepra, la Sociedad de las Naciones ha adoptado, por decirlo así, uno de los problemas que más han preocupado a la raza humana.
La lepra es una enfermedad ilustre. Desde la más remota antigüedad ha hecho estragos en la tierra, y los grandes descubrimientos geográficos del siglo XV al XVII, han extendido aún su imperio. La lepra no ha dejado nunca de ser un terror para los pue.
blos, un problema para los médicos, una preocupación para los gobernantes. Es por ella por lo que se ha inventado el aislamiento de los enfermos contagiosos. En la edad media ha ocupado un lugar, por lo menos tan importante, como la tuberculosis en el inundo moderno. Muchas personas, sobre todo en Europa donde no se sienten amenazadas, se imagiman que esta enfermedad es sólo interesante para los dermatólogos y los especialistas de la patologia exótica. Lo cierto es que existen por lo menos cinco millones de leprosos en la tierra, que en muchos países es una dolencia activa, a veces con caracteres epidémicos, y que la intensidad de los viajes y de los intercambios en el mundo moderno, aseguran a Europa una proporción no enorme de esta enfermedad, pero sí regular.
La lepra és una enfermedad infecciosa cuyo microbio ha sido descubierto en 1873 por Hansen. Es contagiosa, hereditaria, o las dos cosas al mismo tiempo. La profilaxis debe basarse en la separación implacable de los enferinos, según la antigua ley de Moisés, o puede ser liberal como la de la tuberculosis. En qué medida se puede tratar la enfermedad, curarla o mantenerla estacionaria. Qué progresos he