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A puntes 329 enen Además de Alemania y Francia, las otras naciones invitadas a unirse al tratado son los Estados bálticos: Polonia, Checoeslovaquia y los Soviets. La posibilidad de que Rusia se una con precedencia a su entrada a la Liga de las Naciones suscitó el tusiasmo de los laboristas ingleses. Uno de los oradores comentó. Es de esperar que el Gobierno de la más calurosa acogida a estas proposiciones. Pero en hecho de verdad, sir John acogió con cautela esta invitación, manifestándos siguientes términos. No deseo decir que el Japón sea un enemigo del rey, ni que la Rusia del Soviet sea mi amiga predilecta. No es solainente en Inglaterra donde esta proposición ha sido acogida con cierta frialdad. Aquí en Francia acabamos de ver a los socialistas y comunistas unirse en cumplimiento de instrucciones recibidas de Moscú, y la unión de este frente común ha sido acompañada de actos organizados de violencia en varios lugares. Que el gobierno del Soviet mantenga relaciones diplomáticas con nosotros y que, al mismo tiempo, fomente la revolución en este país, explica nuestra inquietud, o, mejor dicho, nuestro disgusto. hay otro motivo de inquietud. En un discurso pronunciado hace varios meses por el embajador polaco en Francia, de Chlapowski, éste no ocultó el desagrado de su gobierno ya agriado por el pacto de las Cuatro Potencias por los arreglos que comprenden a muchos Estados y que abarcan en sus estipulaciones una serie completa de graves problemas internacionales.