328 Apuntes Esta sombra, esta imitación, este panorama desprovisto de toda realidad, llamado hasta ahora el «Locarno Oriental. es lo que Inglaterra e Italia desean que nosotros reencarnernos.
Italia también. Sir John Simon se alegró mucho de poder informar a la cámara baja de que había recibido un mensaje en el cual el premier Mussolini, no solamente aprobaba la aceptación de esta idea de parte de Inglaterra, sino que también llamaba la atención hacia la probabilidad que estas nuevas proposiciones ofrecían para reducir y limitar los armamentos y, por inferencia, para reconocer la igualdad de derechos.
Así, pues, fuimos advertidos. No necesitábamos que se nos asegurara que el Reich, si creía que valía la pena de ponerse de acuerdo, no se pondría de acuerdo a menos que se le pagara por ello.
Sir Austin Chamberlain, hablando candidamente, llamó la atención hacia el hecho de que la acogida que el Reich diera a la proposición sería la piedra de toque que permitiría al mundo juzgar si Alemania deseaba la seguridad o el poder excesivo. Esto nos recuerda la pregunta que hace diez meses nos hacíamos en Francia: En realidad. qué es lo que quiere Alemania. Qué es lo quiere? Alemania no ha perdido ninguna oportunidad para proclamarlo. Si los discursos de los oradores oficiales, si las manifestaciones belicosas, si el tratamiento bárbaro dado por los hitleristas a sus enemigos, y aun a sus amigos, no son suficientes para aclararnos las cosas, entonces inútil esperar que pueda haber algo que logre abrir los ojos y oídos de aquellos que no quieren oir ni comprender.
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