288 puntes Malcolm Muggeridge acaba de publicar sus impresiones de ocho meses en Rusia: Winter in Moscou.
Salió de Londres partidario de los Soviets y ha regresado enemigo decidido de ellos. Ha visto con sus ojos la dictadura del proletariado y su obra de destrucción. En su frenesí de creación quiere ella abolir el pasado y lo persigue en los hombres y en las cosas. Porque los hombres vienen del pasado, el pasado vive en ellos, y para destruirlo hay que destruirlos. El bolchevismo es el aniquilamiento de la vida. El pasado y los hombres, dice Muggeridge, subsistirán o desaparecerán juntos.
El autor de esta gacetilla exclama con absoluto optimismo. subsistirán juntos!
De las guerras posibles en este momento, la más amenazadora es la guerra entre Rusia y el Japón.
Los principales proyectos soviéticos de Moscou se estrellan contra Tokio.
El Cáucaso, el Turkestán y la Ukrania son las tres más infortunadas víctimas de los Soviets. En otro cuaderno he hablado del Cáucaso. Aquí, una palabra respecto a Ukrania. orillas del Mar Negro, es ella el granero y la mina de Rusia. Cuenta 40 millones de habitantes. Son éstos eslavos, pero se acercan más a los europeos que a los rusos. Enamorados de la libertad, individualistas, son irreductiblemente refractarios al comunismo. Moscou quiere destruir por todos los medios. a la grande Ukrania, y en ello está. Mientras tanto, Europa, inconsciente, se prepara a recibir a los Soviets en la Sociedad de las Naciones.