Socialism

Apuntes 277 a la vista de todos. Lo que él llama su oficina no es más que un carrefour o encrucijada de su animada farmacia. Yo no sé a qué hora del año está solo y de veras desocupado. Desde la calle puede verse si lee o escribe; esto último es extraordinario, pues parece preferir los trabajos manuales. Si se le ve sentado al escritorio y si además no está puesta una verja que cierra el paso, es la hora llegada para una charla fácil.
Así pude esta mañana acercarme a mi víctima, como decía el doctor Lafosse.
Don Elias leia Illustration. Sobre la mesa había varios diarios del exterior. Se ha enterado usted del proyecto. comencé a decir, pero él me cortó la pregunta maliciosamente diciéndome. Ah! El proyecto lo acabo de ver en Le Matin.
Por cierto que cuenta con el apoyo unánime de la Comisión de Reforma del Estado. Se ha convenido en que se reduzca el número de diputados, en la proporción de por cada 100. 000 habitantes. De modo que nuestro Congreso quedaria integrado por una media docena de representantes. No estamos en Francia, don Elías. Yo me refería. Al intento de hacerle sufrir a Costa Rica el régi.
men de los seguros sociales. Ese régimen es el fracaso más estruendoso del socialismo. Salvo los León Blum y los Stavisky, todo el mundo está reventando en donde ese régimen está establecido. Hay que ver los abusos y las injusticias que se cometen. Tan poco pensaba yo en seguros sociales. Entonces en qué venía usted pensando? La próxima vez nos hablaremos por radio. Si yo fuera Roosevelt, lo haría con mucho gusto, don Elías. Dicen que se pinta para hablar por radio.