A puntes 263 Antes de referir una anécdota, pensar que probablemente ya se la ha referido úno diez veces a la persona que oye.
Hacerse respetar, puesto que no puede úno hacerse amar.
No caer en el extremo de los que juzgan siempre mejor el tiempo pasado ni en el extremo de los que fingen estar por todas las novelerías.
La cirugia plástica está realizando maravillas. El arte de deshacer deformidades de toda clase y transformar ojos, bocas, narices, orejas, etc. alcanza cada día asombrosos triunfos. Pero no se vaya a creer por esto que los cirujanos estén acabando con la fealdad. Los factores más importantes de la belleza no son de orden anatómico sino fisiológico. La llama de la inteligencia, la serenidad mental, la alegría del vivir, el fuego del amor, son cosas no muy sujetas al bisturí y sori ellas sin embargo los factores capitales de la belleza.
La cirugía en general continúa su marcha gloriosa. Las reformas en la técnica operatoria, con el uso de los nuevos anestésicos, hacen ya que no haya un sólo órgano del cuerpo que no pueda someterse al cuchillo del cirujano. El choque, el sentimiento de ahogo, los temibles efectos de náuseas, todo esto pasó a la historia. dice Philip Inman. Nadie duda ahora que es menos peligroso someterse a una operación quirúrgica que atravesar a medio dia el Trafalgar Square o cualquiera de las plazas centrales de Londres. Compárese este hecho con el cuadro de hace cincuenta años. Se recuerda el caso de Sir Frederick Traves, uno de los más famosos ciru