Hitler

216 puntes Pero no es solamente en Alemania donde está desapareciendo la amplia tolerancia con que el presente siglo se inició. El efecto se extiende por todo el mundo. El hombre de mentalidad deficiente, inculto y brutal, campea por todas partes, ostentando sus símbolos idiotas, haciendo saludos también idiotas y cometiendo crueldades imbéciles. Estamos seguros en alguna parte? Yo, por mi parte, creo que no. Por mi calidad de escritor, he tenido la satisfacción de haber sido invitado a muchos banquetes de literatos. Tengo el presentimiento de que de aquí a diez años esos banquetes serán reemplazados por juntas tumultuarias para linchar literatos. Acaso me vea apaleado por sir Oswald Mosley o sometido a la disciplina de un campamento de concentrados por el bretón de pura sangre Mr. Gilbert Frankam.
Pero de una cosa estoy seguro. la larga, el dictamen de los libros será el que gane, y el brutal anacrónico desaparecerá, vencido y deshecho. la larga el aliento vivificador de los libros ahogará los rebuznos heroicos de estos bestiales insurgentes. Se examinará escrupulosamente hasta el último grito de Hitler; sabremos la verdad acerca de Goering y de Goebbels, respecto al bárbaro asesinato de Matteotti y a todas las sutiles complicaciones entre la incapacidad administrativa y el sabotaje en Rusia.
Para concluir, permítaseme confesar la verdad acerca de mi única aparición como quemador de libros. La infortunada víctima de mi celo fue un ejemplar, con cinco años de fecha, del «Anuario de la Bolsa.