Apuntes 161 Esa verdad es la mia. Mientras tenga facultades actuaré como hombre, como ellas me permitan, sin mirar para más allá del término de mi vida. Quiero irme del mundo en silencio: mi disposición para después de la muerte es que me conduzcan al cementerio sin pompa alguna.
No quiero musicas, ni flores, ni acompañamientos, ni mucho menos, discursos, que no se diga una palubra.
Repito lo que en otra ocasión dije: sobre el ataúd que guarde mis despojos solamente quiero el ruido que haga la tierra al cubrirlo. En nuestra última conversación pasé por alto una pregunta. Cree Ud. que le convenga al comercio hacer la manifestación de fuerza que se anuncia. De ningún modo. Entre los mismos comerciantes importadores, hay dos bandos: el de los comerciantes que solicitan la protección o intervención oficial y el de los que pedimos únicamente libertad y más libertad, convencidos nosotros de que ella hace siempre bien, pronto o a la larga, directa o indirectamente. La protección, en cambio, cualquiera que sea su forma, redunda en daño.
Pero aun cuando todos los comerciantes estu.
viéramos de acuerdo, deberíamos de abstenernos de manifestaciones que quitan razón. Las huelgas, los cierres, todas las demostraciones de esta época populachera, me repugnan inmensamente. Habla usted como comerciante en drogas. Si, amigo, y como comerciante en ideas también. 17.