Apuntes 149 ahora por su propia política económica y financiera y que ha arrastrado al resto del mundo casi tan hondo como él quien pueda indicar a los demás el camino de la salud.
Yo he asistido con delegados americanos a cuatro conferencias internacionales y siempre, invariablemente, los he encontrado desprovistos de espíritu internacional, interesados únicamente en la consideración estrecha de las conveniencias americanas. El nacionalismo egoista y limitado es la maldición del mundo actual. La Conferencia de Londres había sido convocada para tratar de sustituirlo por una política internacional de cooperación. Los Estados Unidos tomaron parte activa en su convocatoria y aceptaron un programa que trazaba las líneas directrices de la recuperación mundial, atacando la crisis en sus causas.
Todos comprendían que no se podía llegar a ello sino por acción conjunta. Los asuntos que se revelaban de mayor urgencia eran; la inseguridad de los cambios, el envilecimiento de los precios de las materias primas y, sobre todo, los obstáculos opuestos al libre comercio internacional. Sobre la estabilización monetaria el Presidente Roosevelt insistió particular.
mente; en mayo envió a Inglaterra un delegado del Tesoro americano para que conferenciase con sus colegas del Tesoro británico y con los representantes de los Bancos Centrales sobre la estabilización voluntaria. Una vez terminados los trabajos de ese comité, los delegados americanos fueron repudiados por su Presidente. Durante esas negociaciones no manifestó la menor consistencia en su politica ni comprensión inteligente alguna de los problemas. un momento dado abogó por una tregua monetaria y acto seguido ordenó a sus delegados oponerse a cualquier estabilización provisoria.