142 Apuntes lar, que con sus exámenes, sus grados y sus títulos desvia a los estudiantes del objeto legitimo de sus aspiraciones. Me he reido de la idolatria de los maestros, de la idolatria de las escuelas y de la idolatría de los títulos.
Desautorizado ya por la mayoría de mis compañeros amedrentados según parece me retiro a mi olivo. Toca a esa mayoría responder a la befa de la majestad titulada, hecha a última hora por el caricaturista de La Tribuna. Don Paco va esta vez contra la ortodoxia y va a encontrarse enfrente de la legión de los ortodoxos.
Del otro lado no había más que un redactor.
Hernán Jiménez Pacheco Alumio del Tercer Año de la Escuela de Farinacia.
Todas las cosas se agarran y se encadenan en un país. Hay que legislar para todos o para nadie.
Si con fines económicos establecéis una restricción o una ventaja para una minoría, el resultado será mezquino, porque la masa quedará fuera y una masa pesa más que una minoría. Si al revés, aplicáis vuestra medida a la totalidad de los ciudadanos, obtenéis alguna utilidad, pero a costa de injusticias insoportables.
Moralidad: legislad para todos o para nadie, pero mejor no legislad, sobre todo en materia de comercio o de economía. El mecanismo de estos asuntos es diabólicamente delicado. Cuanto menos lo toque la torpe y pesada mano del Estado, mejor camina.
Stéphane Lauzanne Setiembre, 1933.