APUNTES 119 chos amos ignorantes que regalan sus perros pasado ese tiempo, creyendo que son ciegos. Muchas veces no abren los ojos sino hasta los 11 14 días después de que la perra los ha dado a luz.
Pero de todas las teorías tontas sobre los perros, la más absurda es la de que son capaces de diferenciar a la gente buena de la mala. Quién sabe cuántos hombres buenos hayan sido tenidos por malos por mucha gente que ha visto que los perros no los quieren, y cuántos realmente malos sean tenidos por buenos porque tienen un algo que les agrada a los perros y los hace buenos amigos suyos.
Uno de los hombres más buenos que he conocido no pudo lograr nunca que un perro se le acercara como no fuera dando muestras de patente desagrado.
En cambio un ladrón que había robado en un asilo de huérfanos, se llegó a mi pidiendo que lo ocultara a fin de no ir a la cárcel. Mis collies le hicieron grandes manifestaciones de amistad y regocijo.
En lo personal, creo que todo esto no es más que cuestión de colors, de algo humanamente profundo, que es agradable o desagradable para el perro; pero, naturalmente, no puedo demostrarlo, puesto que no se trata sino de una mera suposición.
Tampoco puedo probar que los perros tengan su propio lenguaje, aunque nadie duda que deben tener algún medio de comunicarse entre sí sus deseos e impresiones. Creo que lo realizan por medio del roce de sus narices, y en otras formas también. He visto a un perro levantarse del lugar en que estaba echado para ir por toda la pieza rozando su nariz con la de sus compañeros, y entonces salir todos al exterior a corretear o retozar.
Hay un misterio canino que nunca he sido capaz de resolver, y consiste en el maravilloso conocimiento