APUNTES 111 las piezas de cien «sous, que tienen a Napoleón por un lado, y, por el otro. République française, une et indivisible. La idea de patria en Francia es sinónimo de un cierto estilo de vida aceptado libremente por todos.
Francia se considera como una familia en la que todos se sienten felices de integrarla. Francia es verdaderamente aquella nación que definió Renán. El deseo de vivir juntos y de prolongar, indivisa, la herencia que se ha recibido. La obra de arte francesa es lenta; es sólida porque fue después de 1870, en el dolor de la derrota, cuando la Lorena se sintió francesa. El brebaje embriagador de la victoria no es siempre el lazo más sólido para la unidad moral de un pueblo.
Los excesos, naturales e inevitables después de cuatro años de sufrimientos y de sangre, así como antes la gritería de Deroulede, y los penachos a la Boulanger, han acreditado en el mundo el mito de un militarismo francés.
Estudiando la esencia misma del pueblo francés, más allá de las apariencias, se encuentra un apasionado por la paz, que no sobrepasan otros pueblos. Bajo el antiguo régimen, los Estados Generales cien veces trataron de impedir las guerras de los reyes. Commines dice de la primera gran aventura invasora, la de Carlos VIII en Italia, que «la condenaba todo francés sabio y razonable. Luis Napoleón fue bien acogido porque se presentó proclamando. el Imperio es la paz. El pueblo era indiferente a la «vergüenza de 1815. Thiers tuvo popularidad en 1871, porque quería la paz con los alemanes. El más grande hombre de la tercera república, Ferry, fue completamente impopular, porque impuso al país una guerra colonial. El magnífico imperio colonial francés amor