APUNTES 109 de una frecuencia menor de 10. 000 por segundo, se determina una excitación violenta de todo el organismo y convulsiones mortales. Con 900 voltios, y aun menos, la muerte es inmediata. Pero si esta misma corriente es interrumpida 100. 000 veces por segundo, sus efectos son nulos. Se puede entonces hacer el extraño experimento de encender seis lámparas mediante una corriente que pasa a través del cuerpo sin provocar ninguna sensación o convulsión.
Las células vivas (especialmente las nerviosas y musculares) no son sensibles a las corrientes de alta frecuencia, así como la retina no es impresionada por ondas ultra violetas ni el oído percibe los ultrasonidos. Arsonval fué más allá: creó lo que se llama la arsonvalización, haciendo pasar una corriente de alta frecuencia en un solenoide dentro del cual estaba una persona. El observó los cambios notables determinados así en la persona, en su temperatura, en su circulación, en su nutrición, en su respiración, instituyendo una forma nueva de la terapéutica. Arsonval demostró también que la electrocución no es un procedimiento seguro de dar muerte rápida a un condenado. Si se practica sin demora la respiración artificial, el electrocutado recobra su salud.
Irónicamente hablaba Arsonval de la prudente precaución norteamericana de hacer la autopsia de los ejecutados.
CHARLES RICHET Trad.
27 de abril de 1933.
or