80 APUNTES sus adeptos se den siempre cuenta de ello, los dos principios máximos de la biología: el de la selección natural y el de la solidaridad.
Cuando en Costa Rica consumó el Estado el monopolio de la enseñanza, quedaron fuera de las aulas los viejos maestros, los más distinguidos, pero pronto se sintió una llamarada de entusiasmo en todo el país: se multiplicaron las escuelas, entraron en altas funciones los jóvenes más capacitados, hijos del antiguo régimen, se mejoraron los edificios, los muebles y aun los métodos. Todo, pues, pareció un buen golpe dado a los liberales defensores de la Universidad.
Estamos a 40 años de distancia de esa brillante revolución, que comenzó por un cambio de palabras, importantísimo, pese a quienes se burlan de las palabras: en vez de instrucción, se dijo educación. Instrucción fue al comienzo, antiguamente, un término de marina: construcción dentro de la nave: aparejamiento de la embarcación para poder navegar. En los círculos de las personas entendidas en materia de escuelas. cuántas dan hoy la razón a los viejos liberales. Cuántas son las que piden el restablecimiento de la Universidad? en los círculos filosóficos, chacia dónde se dirigen los pensadores más fuertes, hacia la instrucción o hacia la educación. Hay quien crea ya de veras en los prodigios de la educación?
Volvemos hacia el viejo principio: para mejorar la sociedad hay que mejorar a los individuos; y para mejorar a los individuos, lo único que podemos hacer es instruirlos. Hay males evitables y hay males inevitables. Los evitables son todos, absolutamente todos, producto de la ignorancia.