APUNTES 47 Como polemista fue el señor Borda acerado, incisivo, pero siempre culto, y en su alta posición social fue apreciado al igual por partidarios y por contendores.
Como liberal, sus servicios a la causa fueron valiosos, constantes y desinteresados. Era la última reliquia que nos quedaba de ese grupo de viejos patricios, hombres sin tacha, que llenos de civismo, estuvieron siempre listos a sacrificarse por la causa en la que ellos veían el bien de su patria, y que en la época más difícil para el partido constituyeron el Directorio Liberal, del cual fue el señor Borda su Secretario.
El primero de ellos que bajó a la tumba en las postrimerias del siglo pasado fue el doctor Salvador Camacho Roldán, la alta mentalidad, el gran carácter.
Le siguió, casi al mismo tiempo, Gil Colunje, de iguales virtudes y merecimientos. Colunje le siguió Luis Robles, nervio del partido, que en el Congreso fulminaba, confundía con su verbo ardoroso y brillante a los que en pugna partidarista iban contra el bien de la patria y sus instituciones republicanas. El doctor Robles murió en la edad mejor y más valiosa y prometedora de la vida, víctima de enfermedad contraída en un viaje en 1897, en servicio de su causa. luego, al principiar el siglo, el probo, el alto espíritu, la rectitud hecha hombre, el patriotismo hecho corazón y cerebro, el doctor Aquileo Parra,