APUNTES 27 octubre, para terminar el año lectivo, con la única condición de que sus servicios fueran gratis, como director y profesor de algunas asignaturas, en que entraban el Latin, Francés e Historia; así terminámos el año de 1879, con resultados excelentes, a pesar del retiro del señor Espinal, cuando faltaban apenas tres Ineses para rendir los exámenes finales.
En 1880 tomó el colegio, por contrato, don Enrique Villavicencio, mediante una subvención de 400 pesos mensuales, que pagaban por mitades el Gobierno y la Municipalidad de Alajuela. La matrícula era de tres pesos por trimestre, pero los niños pobres no estaban obligados a pagar y recibían además los útiles y libros que necesitaban.
En el segundo año recibíamos: Etimologia, Retórica y Poética, Historia de la Literatura Española, Latín, Algebra, Geometría plana, Dibujo lineal, Historia Romana y de la Edad Media, Inglés y Francés.
El fuerte del señor Villavicencio eran las Matemáticas.
Así, con la ayuda gratuita del licenciado Fernández, se sostuvo el Instituto con pocos profesores auxiliares, de los anismos que habían servido el año anterior, o con ligeras variantes, en que entraron jóvenes como Miguel Obregón, Marcial Rojas, Marcelino Pacheco, etc. quienes se conformaban con una dotación reducida, para sostener el Instituto, pues allí se educaban sus propios hermanos.
Al iniciarse los trabajos del tercer año, en 1881, el número de alumnos había crecido considerablemente, y como la subvención no crecía de la misma manera, algunos alumnos, como Cipriano Soto, se ofrecieron para dar lecciones en el primer año; así pudo sostenerse la vida del plantel hasta mediados del curso, en que el Gobierno le quitó la pequeña subvención