8 APUNTES limpia y sin usar herramientas de ninguna clase; y, por supuesto, recibirán por temporada una buena tanda de azotes. Aun tratándose de niños buenos?
Naturalmente. Los azotes tendrán el carácter de una prueba, de la cual sobrevivan solamente los más fuertes. Acaso quieres decir con ello que los demás morirán a estacazos. preguntó horrorizado Alcandro. Exactamente! Tú lo has dicho respondió Licurgo vivamente. Los débiles serían solamente una carga para el Estado. Lo que es más, los tutores de esa juventud se encargarán de buscarles pendencias para que riñan y de este modo se desarrolle en ellos un espíritu de lucha; y, por supuesto, también serán enseñados a robar. robar! exclamó Alcandro horrorizado. robar qué. Oh, manzanas los huertos; de las hortalizas, lechugas; bizcochos de las tiendas, y cosas por el estilo, para que, si son sorprendidos, reciban como castigo una tanda extra de estacazos. Pero por qué azotarlos por aquello para lo cual han sido enseñados?
No me entiendes, Alcandro. Se les azotará no por robar, sino por robar torpemente, dejándose coger con las manos en la masa contestó Licurgo frotándose las manos. No ves? La idea es acostumbrarlos a las aventuras y los peligros de la guerra.
Después de una breve pausa, Alcandro volvió a preguntar: