15 dicembre 375 puntes de la humanidad. Por eso el repórter niega suavemente, cobijada su negativa en la sonrisa del maestro. Inopinadamente salta a la vista, como si se fuera corporizando, aquél filósofo de Paul Bourget que se leyó furiosamente en Francia cuando la novelas aun no habíanse tocado del tráfago veloz de la ciudad, de la vida, del mecanismo. Mi manera de pensar la vengo exponiendo en varios años de labor. Si usted lee Renovación, Eos, Reproducción, Apuntes, encuentra en todos estos folletos un mismo pensamiento. Yo fuí un muchacho aplaudidor de Ibsen. Le cito a Ibsen porque Ud. es un hombre de letras y de escena, a lo que entiendo.
Mi individualismo no es de ayer, es de mucho antes.
Comprendo, sin embargo, la renovación de ideas, pero no creo que las que ahora tanto preocupan al mundo en cuanto a una básica modificación en el sistema económico adoptado, pueda dar resultados halagüeños. Los señores colectivistas creen haberlo dicho todo cuando han dicho cómo debe distribuirse el trabajo y cómo debe distribuirse la riqueza. Aun admitiendo que sus fórmulas de distribución sean acertadas. quién no comprende que lo principal no es distribuir sino crear o producir? Por mi parte, sea lo que sea, seguiré trabajando cuando quiera, comiendo a la hora que desee, marcando los precios que me parezcan. Sin embargo, no es Ud. partidario del capitalismo. El régimen capitalista se ha desfigurado, amigo.
Romper el régimen capitalista es romper el derecho de propiedad privada. Yo tengo derecho y todos tienen derecho de trabajar para obtener. Obtener para guardar. Guardar para repartir. Lo que pasa es que los Sindicatos, los Trusts, las Asociaciones han ve