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15 dicial puntes 361 dedujeron que la desviación de los rayos luminosos, en el campo de gravedad del sol, es de 24 y no de 7. Esto, de comprobarse científicamente, vendria a ser una revisión de la teoría einsteniana que unifica los cálculos de gravitación y electromagnetismo, como esta última teoría fue a su vez, o quizo serlo al menos, una rectificación de la de Newton. veces, una observación no lleva a otra cosa que a conclusiones perfectamente deslindadas del objetivo principal. veces lleva a resultados admirables, como en el caso de Le Verrier, a quien el cálculo sobre ciertas perturbaciones en el curso de la órbita de Urano, lo llevó al descubrimiento de Neptuno.
La observación respecto del último eclipse, aparte el interés de los centenares de hombres de ciencia que concurrieron a estudiarlo, constituye un punto de partida casual, como tantos otros de que se han derivado trascendentales descubrimientos científicos. propósito de esto, Charles Nicole, profesor del Colegio de Francia y laureado del Premio Nobel, llos dice. El genio no sabría crear de la nada, le hace falta una sustancia por minima que sea, un punto de partida, la ocasión. Según los casos, el papel de las circunstancias se reduce a este insignificante aporte, o bien es de tal proporción que se podría decir que el azar colabora en la obra cientifica. Dada la circunstancia del azar, es decir, un fenómeno determinado, una observación, un hecho cualquiera generalmente inesperado, se inicia la labor científica. Ya en ésta, los métodos son siempre los mismos: la concatenación lógica de las leyes, la deducción y el análisis. Claro es que los efectos inmediatos pueden ser muy diversos. Una razón matemática, si cabe esta expresión, procede lentamente, sobre seguridades absolutas, como en el caso de un Leibnitz, de un Hegel, de un Gay Lussac. Una intuición profunda, en cambio, puede alcanzar resultados más rápidos, como en el caso de ul Maxwel, de un Newton, de un Einstein. Otro sabio francés, Charles Richet, nos dice. Yo atribuyo al azar un gran papel, pero debemos reconocer que el azar debe ser auxiliado por la perseverancia. Pero es necesario deslindar perfectamente el azar del procedimiento científico, base del progreso material del mundo y actividad la más noble y elevada del espíritu humano. Cuando el mundo se agita en el maremagnum de la post guerra; cuando se debaten las tendencias políticas y sociales más opuestas; cuando la estructura de la economía liberal enseña las fallas hondas que le han inferido los vicios del capitalismo;