358 puntes zada, porque sin duda expeditará la cooperación económica en los otros países de Europa. La Rusia del mañana no será soviética, en el sentido de que la tiranía presente habrá dado paso para entonces a otra forma de gobierno de minoría que será mejor para todos y por todo. Rusia no podrá ser nunca un país democrático. Hay cierto misticismo en el carácter ruso que se opone a toda forma de democracia.
La forma de gobierno no ha cambiado tanto en Rusia como nosotros los europeos nos inclinamos a creer. Rusia siempre ha tenido un gobierno de minoría. Antes de la revolución era el Zar, y ahora los bolcheviques han tomado su lugar. Mirando treinta años adelante, veo una Rusia en la cual los campesinos constituirán una arrolladora mayoría. Las minas y los bosques permanecerán nacionalizados, y todo el país estará gobernado siguiendo líneas sindicalistas. Si el país vuelve a la monarquía o llega a ser una república, es cosa que no puede afirmarse mientras estos principios básicos permanezcan inalterables. Aun hoy puede decirse que el bolchevismo está condenado a muerte porque la juventud rusa ya no puede entender más su ideologia. Cuando los grandes terratenientes dominaban, era fácil hablar de guerra de clases; pero ahora que todos son de una clase igual, la guerra ha perdido su significado. Si la juventud rusa tiene actualmente un ideal aparte del existente, es el ideal americano de alto «standard de vida. Están irremediablemente cansados y hastiados de una existencia de pobreza abyecta y necesidad. El bolchevismo desaparecerá en su forma presente tan pronto como sus líderes actuales no lo sean más.
De la otra revolución que ha tomado cuerpo en Europa, la fascista, me contentaré con decir que ha