352 puntes mores, primera condición de nuestra vitalidad actual, parece ser sin duda un efecto de los rayos cósmicos.
La tensión de nuestra vida, individual y colectiva, depende, pues, de ellos. Hasta el mapa de las zonas humanas de mayor civilización va a poder ser descifrado en breve científicamente.
Se dice que una molécula se ioniza, cuando se divide en dos partes diversamente electrizadas. Se dice que un átomo se ioniza, cuando se rompe el equilibrio eléctrico de las partículas que lo componen.
Este equilibrio se rompe cuando el átomo gana electrones (quedando ionizado negativamente) o cuando pierde electrones (quedando el átomo ionizado positivamente. Los electrones son los corpúsculos minimos de electricidad negativa que hoy concibe el físico.
Los rayos cósmicos son producidos en la estratosfera, de un modo semejante al que da origen a los rayos en un tubo de Crookes.
Un tubo de Crookes es un tubo de vidrio en el cual hay un gas muy enrarecido sometido a una tensión eléctrica. Del cátodo del tubo fluye un enjambre de electrones, cuya velocidad depende de la tensión aplicada al tubo. Al encontrar estos electrones las moléculas del gas enrarecido, las ionizan; pero apenas han pasado los electrones, se recombinan los iones, se rehacen las moléculas y aparece una luminiscencia característica del gas que llena el tubo. Si frente al cátodo de un tubo de Crookes se instala un obstáculo (llamado anti cátodo. el choque de los electrones hace surgir de este anticátodo un haz de rayos bien, sobre la fotosfera solar hay diseminados una multitud de puntos y de líneas de donde parten, de una manera variable, batallones de electrones ani