Jorge Volio

20 335 puntes en el vestir, en el bailar, en los espectáculos. en casi todo, prescinde de los deseos o mandatos del Papa. Le diré más: la mujer le repugnan todos los afeminamientos, y entre los afeminamientos pone ella los rezos y cosas de iglesia. Al votar, una mujer, rarísima vez votará por otra mujer o por un hombre que en algo le parezca mujer. Votará por un hombre, muy hombre, que se destaque por su talento, por su gloria, por sus virtudes de varón.
Podrá hacer triunfar, a veces, a los machetones. Casi nunca. La mujer detesta la guerra. Le gustan los militares y admira a los guerreros victoriosos; pero no los quiere para jefes de Estado. Le repito lo que le dije al principio: la mujer es siempre madre: por encima de todo está para ella la vida de los hijos, de los hijos efectivos o en potencia.
Las mejores palabras pronunciadas este año en el Congreso de Costa Rica. Permítaseme otra digresión: yo pienso que el Congreso como está no sirve para nada. Yo lo concibo como una expresión popular para decir sí o nó, para aceptar o rechazar simplemente, pero no para legislar. Las leyes las hacen los que saben, los doctos, y al Congreso se le consulta si las acepta o nó, después de explicárselas, como se hace en algún cantón de Suiza. Pero aquí estamos legislando sin saber hacerlo, sin capacidad ninguna. Ayer mismo el Congreso adjudicaba unas rentas para la cañería de Puntarenas que este mismo Congreso había destinado para otros usos en 1928 y no lo sabían los señores diputados. Si no podemos, no debemos ser legisladores.
Del Sr. Diputado don Jorge Volio, según La Tribuna de de agosto.